QUITO, Pichincha
«Estamos en el peor momento de crisis de violencia del país», aseguró ayer viernes el ministro del Interior, Juan Zapata, en momentos en que se registran asaltos, secuestros, robos, extorsiones e incluso una masacre en la que fueron asesinadas nueve personas en Esmeraldas.
El funcionario apuntó que no desconocen la compleja situación de inseguridad, pero descartó versiones de prensa que daban cuenta de que entre la noche y madrugada de este viernes habían ocurrido diez atentados en Guayaquil.
Comentó que se han registrado «tres eventos menores», en esa ciudad, «con cargas menores que no hay que minimizar», y avanzó que se detuvo para investigaciones a una persona que conducía un automóvil desde el que se dejó «una carga mínima que no genera daños».
Zapata se preguntó quiénes fueron los responsables «de hacer que esto crezca como ha crecido hasta este momento. Tenemos más de trece grupos de delincuencia organizada (GDO) que tienen absolutamente todo», dijo.
A eso se suma la delincuencia común, que toman el nombre de los GDO para extorsionar.
Hechos violentos
Durante los últimos meses, en varias ocasiones las bandas del crimen organizado, ligadas mayormente al narcotráfico, han ejecutado atentados con carros bomba en Guayaquil, el más sonado el del pasado agosto que dejó cinco muertos y diecisiete heridos en el populoso barrio de Cristo del Consuelo.
También son periódicos los atentados armados contra policías y fuerzas del orden, como el de este jueves, donde tres guardias de prisiones fueron asesinadas en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral, la más grande del país, situada en Guayaquil.
Por otra parte, el pasado martes, nueve personas fueron asesinadas en un puerto pesquero del municipio de Esmeraldas, cuando un grupo armado abrió fuego contra pescadores que cumplían sus labores habituales en el pequeño puerto.
Puerto de Guayaquil es el trampolín
El puerto de Guayaquil, , se ha vuelto en los últimos años uno de los principales trampolines de Suramérica para el envío de cocaína a Norteamérica y Europa, y una de las zonas donde más estupefacientes se han incautado.
Frente a este fenómeno, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso trata de responder a los repuntes de violencia con estados de excepción que permiten el despliegue de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía.
Además, este mes decidió autorizar la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal bajo estrictos requisitos, una polémica medida que está pendiente de la regulación respectiva para poder aplicarse. (I)