Por Franklin Moreno Quezada
Nuestro Presidente, reiteró en su Informe a la Nación aquello que ya es de conocimiento general como el triunfo del proceso de vacunación contra el covid-19, fortalecer la dolarización, aumentar el salario mínimo vital y el desarrollo del proceso de reactivación que todos los compartimos como positivos.
Se refirió a acciones y propuestas sobre salud, desnutrición, turismo, deportes, agricultura, inseguridad y obras públicas, pero no ofreció rectificar la creación de la Secretaria adscrita a la Presidencia de la República para combatir la corrupción en el manejo de los dineros, recursos y efectos del sector público, lo que significará nulos resultados.
Ojalá esté errado al pensar que existe un siniestro acuerdo con el correismo ya que fiscalizar los gobiernos anteriores y el presente desde un organismo de Carondelet, significa cero resultados en la lucha por la moral y la ética pública
Estar equivocado es lo que aspiro, porque me figuro una alianza política con el correismo como el mecanismo político único que le permita gobernar con una oposición liderada por una mayoría adversa que ha logrado aglutinar las dos terceras partes de la membresía de la Asamblea Nacional, número de voluntades suficientes para destituir a don Guillermo Lasso, en un sólo toque.
Pero el Presidente puede convertirse en un estadista si logra concluir su período sin consultas populares ni muertes cruzadas: ¡Ahí te quiero ver mi mandatario!
Pero, de conformarse una alianza política para gobernar con el enemigo corrupto y corruptor la ciudadanía lo descubrirá y su reacción será predecible. ¡A veces las percepciones equivocadas son más beneficiosas para la colectividad! ¡Ojalá esté errado! (O)
