Por Nila de Aguiar
La literatura étnica está conformada mayormente por mujeres, pero no de cualquier tipo; en nuestro caso todas ellas derivan de la literatura africana, a la que no es fácil aproximarse. África y su patrimonio literario no conforman un conjunto homogéneo, sino que constituyen una amalgama de tierras con una riqueza en extremo variada y múltiple en lo que concierne a climas, pueblos y culturas, y que poseen, en consecuencia, una creación literaria acorde a esta diversidad, lo cual también se aplica a las obras de sus creadores, de nuevo, mayoritariamente mujeres, que no es muy conocida salvo en contados casos.
Tiene grandes tesoros por difundir, por eso voy a hablar de algunas mujeres escritoras de la diáspora africana que han marcado un hito en la historia de la literatura de este país y del mundo en general.
Quiero mencionar a tres mujeres increíbles, una de ellas es Maguerite Annie Johnson, más conocida como Maya Angelou; fue una escritora, poeta, cantante y activista por los derechos civiles estadounidense. Publicó siete autobiografías, tres libros de ensayos y varios libros de poesía.
Actriz, bailarina, directora o productora, en una larga lista de musicales, obras teatrales, películas y programas de televisión que fueron relevantes durante más de 50 años. Recibió docenas de premios y más de cincuenta títulos honoríficos.
Como autora fue especialmente conocida por su serie de siete autobiografías, la primera de las cuales, I Know Why the Caged Bird Sings (1969), que describe el peso de la segregación racial en su infancia y adolescencia; le valió el reconocimiento internacional.
Otra gran escritora, poeta y antropóloga afrocostarricense, su poesía con temática negra, según cuenta la escritora, está dirigida a todos, para educar, para llegar al alma, para cambiar un poquito el mundo. Me refiero a Shirley Campbell Barr, muy conocida por su poesía donde empodera a la mujer afro con todas sus características.
No puedo dejar de lado a una gran mujer nacida en el recinto Los Ajos, cantón San Lorenzo, Esmeraldas. Amada Cortez Caicedo, licenciada en Ciencias de la Educación, primera palenquera en San Lorenzo llegó a ser concejal de la municipalidad de su cantón, directora de cultura municipal, Coordinadora Nacional de las Mujeres Negras. Ha publicado como coautora “Las voces de las cimarronas” y de su autoría “Me llaman la cimarrona”.
Estas grandes escritoras le han dado voz a la imaginación y han permitido que la poesía se lea desde esquinas distintas. (I)