AZUAY, Cuenca
Después de varias semanas de sequía que dejaron al río Tomebamba con piedras expuestas, el caudal del afluente comenzó a incrementarse la noche del pasado 26 de noviembre de 2024, tras una intensa lluvia caída en Cuenca.
Este río, que alimenta el embalse de Mazar y es crucial para el funcionamiento del Complejo Hidroeléctrico Paute, registró un notable aumento en su flujo, lo que genera esperanza en la región, que ha enfrentado una sequía prolongada.
La lluvia afectó varias zonas de la ciudad, incluyendo el Parque Nacional Cajas, una zona de recarga hídrica que abastece los ríos Tomebamba y Yanuncay, cruciales para el suministro de agua potable a Cuenca. Según videos compartidos en redes sociales, la tormenta también trajo consigo granizo.
Este martes, Cuenca cumplió 137 días de sequía hidrológica, una cifra alarmante, ya que la ciudad no había recibido lluvias significativas desde junio de 2024.
Aunque lluvias previas contribuyeron mínimamente al nivel del embalse de Mazar, el evento de este 26 de noviembre parece ser un alivio para la región. ¿Serán suficientes estas lluvias para aliviar la sequía prolongada en Cuenca y garantizar el abastecimiento de agua en los próximos meses? (I)