Los demagogos ofrecimientos de Viteri

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Por Johnny Alvarado Domínguez, Periodista

Durante el gobierno de León Febres Cordero apareció un grafiti en Quito. La frase la recogió Miguel Donoso Pareja en su libro, Ecuador Identidad o esquizofrenia. El texto hacía referencia al lema que utilizó el líder del partido socialcristiano, para llegar a la presidencia: Pan, techo y empleo. De ahí se agarraron los grafiteros capitalinos para mofarse de la frase y escribieron. ´Pan con León… huevada de sánduche´. Sin embargo, Febres Cordero trató de cumplir todo lo que prometió en campaña y de eso se vanaglorió hasta las postrimerías de su vida.

Cynthia Viteri, en cambio, lejos de emular con aplomo una propuesta contundente en donde la obra púbica prime para así ganar votos; ofrece dádivas y así se zampa el dinero público.

Parece que no le fue suficiente en plena pandemia gastar 389.350 dólares, más IVA,  en pintar 50 muros con frases de autores locales con el proyecto Letras Vivas.

Al salir a la luz el contrato se denunció la poca transparencia, por el sobreprecio que suponía por metro cuadrado. El valor en el mercado es de 9 dólares, pero se contrató por 15.

Cuando el zafarrancho pandémico era prioridad, la alcaldesa hizo pintar murales y sin pagar los derechos de autor a los creadores de las frases. Eso significó un litigio con los escritores. 

El cabildo justificó la contratación de los murales y aseguró que son parte de una campaña cívica. Pero omitió que para la época hubo necesidades mucho más apremiantes. Dijeron que la contratación se enmarcaba entre los parámetros regulares. Sin embargo, se destituyó a la directora de Cultura, a pesar de que el contrato lo firmó la mismísima Viteri.

Sin embargo, esas obras con poco sentido han quedado difuminadas ante lo osadas que resultan las propuestas de campaña, como por ejemplo la promesa de regalar 300 mil cilindros de gas y dar pasaje gratuito en la metrovía a estudiantes, personas con movilidad reducida y de la tercera edad. Todo, como es de sospechar, si es reelegida. La ciudadanía se pregunta y por qué no lo hace desde ahora si igual es alcaldesa.

Mientras ella busca con afán los votos entre los comerciantes a quienes sus metropolitanos golpean cuando no está de candidata y en los conductores que deben pagar multas elevadas por las infracciones que marcan los fotoradares, sus asesores le sugieren repartir pollos y kits de alimentos entre los más pobres.

Según el prefacio socialcristiano los pobres tienen derecho a sentarse en una mesa con sus hijos a celebrar la Navidad, solo que ignorar añadir que esto sucede cuando son candidatos, porque ya encaramados en el poder y deleitándose con sus ambrosías, poco les importa si el pueblo come o no.

La desesperación da cuenta que Viteri está en aprietos, aunque no lo reconozca. Pero su inusitada solidaridad con los que menos tienen es una muestra contundente que el apremio tocó su puerta.

Diario Expreso le ha dedicado páginas completas en donde sacan a la luz el poco acierto que ha tenido en el manejo de los fondos municipales. Por lo que Viteri no ha tenido reparos en demandar al rotativo guayaquileño.

La interrogante más coherente que se hace la gente es de dónde saldrán los recursos para financiar los 300 mil cilindros de gas cada mes por 4 años. La repuesta en casi obvia, de las arcas municipales. Parece que en muchas partes del país la ciudadanía cree que el dinero crece en macetas. Será por eso que la alcaldesa mandó a colocar decena de pintorescas macetas en las principales vías de Guayaquil, ciudad que también es parte de este desvencijado país en donde el ciudadano es prioridad solo en tiempo de elecciones. (O)

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Post Author: David Jaramillo

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