
CARACAS, Venezuela
El ultimátum que habría dado el presidente Donald Trump a Nicolás Maduro venció hace una semana y con él, la última oportunidad —al menos diplomática— para que el dictador venezolano aceptara una salida pactada del poder. Ahora se enfrenta a una fase crítica y —posiblemente definitiva—, atrapado entre la creciente presión de Estados Unidos y el férreo control que tiene el régimen de Cuba sobre cada uno de sus movimientos.
El dictador venezolano, acusado de ser el líder de Cártel de los Soles —designada organización terrorista extranjera—, parece haber desaprovechado la última rama de olivo que le ofreció Washington el pasado 21 de noviembre, cuando el presidente republicano le dio un plazo de una semana para que saliera de Venezuela, como confirmó su hijo Donald Trump Jr. este martes, con la advertencia de “algo más sucederá”.
Maduro, posiblemente influenciado por el régimen cubano —en opinión del comandante retirado de la Marina José Adán Gutiérrez— intentó condicionar su salida a peticiones absurdas que garantizarían su seguridad y la de su círculo cercano (con una “amnistía total”), además de la permanencia del chavismo en Miraflores, con Delcy Rodríguez al frente.
Con su negativa a abandonar el poder, el conflicto entre la Casa Blanca y el régimen chavista entró en una fase de “impasse estratégico”, en el que Washington ya no tiene margen para seguir conteniendo la escalada y el líder socialista no dispondría de vías seguras para escapar de la encrucijada en la que se encuentra. “Esto (el ultimátum) era, en realidad, la última oportunidad que le estaban dando a Maduro para que saliera pacíficamente”, asegura Gutiérrez en conversación con Diario Las Américas.
El “perdón global” que pidió Maduro y las garantías de que “nadie lo iba a perseguir bajo ley” era algo inaceptable. Según explica el exjefe de Inteligencia Naval para el Hemisferio Occidental, Trump “no le podía dispensar” una inmunidad total, porque un indulto presidencial no anula responsabilidades bajo derecho internacional ni los cargos por narcoterrorismo que pesan sobre él y su círculo.
Una vía de escape fallida
En opinión del exoficial de inteligencia, la administración Trump hasta habría ofrecido una vía discreta para que Maduro abandonara el país: un corredor aéreo a través de Panamá. Menciona que, pese al cierre generalizado de rutas hacia Venezuela, hubo días en los que “llegaron tres aviones a la vez” de la aerolínea panameña Copa Airlines —dos de pasajeros y uno de carga—, cuando normalmente opera solo uno.
“Yo creo que esa era la línea, el corredor de salida que se le estaba ofreciendo a Maduro de una manera sigilosa”, señala. Sin embargo, esta oportunidad también habría sido desaprovechada: “Ya sabemos que Maduro no salió”. (I)
Con información de https://www.diariolasamericas.com/america-latina/maduro-el-cerco-eeuu-y-el-control-la-inteligencia-cubana-n5386821
