QUITO, Pichincha
Una delegación de autoridades económicas ecuatorianas, encabezadas por el ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, viajó rumbo a Washington D.C. para asistir a las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM).
Está previsto que Vega mantenga reuniones bilaterales con Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI; con Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos; con Ilan Goldjan, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; con Anabel González, vicepresidenta de Países del BID; con Alfonso García Mora, del IFC; y con Anna Bjerde, Directora Gerente de Operaciones del Banco Mundial.
Además, Vega Malo asistirá a los siguientes encuentros: Mesa Redonda sobre deuda soberana, Coalición de ministros de finanzas por la acción climática, Alianza para la migración circular regular entre España y América Latina, y Conversatorio con ministros de finanzas sobre programas fiscales.
La agenda de trabajo de la delegación nacional se desarrollará del 16 al 22 de abril del año en curso.
El viaje del ministro de Economía se da luego de que un equipo técnico del FMI estuvo en el Ecuador por 10 días.
Las reuniones de Primavera del FMI y el BM, según bancos internacionales como Barclays y Citi Research, serían el escenario perfecto para que se concrete o se den pasos decisivos para un nuevo acuerdo de financiamiento con Ecuador.
En medio de una crisis fiscal, que recibirá un alivio con el IVA al 15%, los impuestos temporales y otras medidas incluidas en las reformas tributarias del Gobierno de Daniel Noboa, se espera que el FMI desembolse créditos hasta por USD 4.000 millones a Ecuador, a través de dos programas de financiamiento.
Esos recursos con indispensables porque las cuentas de atrasos se siguen acumulando y el país tiene múltiples necesidades en varios frentes. La inversión pública cerró en niveles mínimos durante el primer trimestre de 2024 y acaba de estallar una crisis eléctrica con apagones.
Según el mismo FMI, la economía ecuatoriana crecerá solo 0,1% en 2024. Ese será el nivel más bajo de los países de América Latina.
La inyección de recursos de los multilaterales, no solo del FMI, podría amortiguar el golpe de una economía estancada en el bolsillo de los ciudadanos y de las empresas. (I)
