IMBABURA, Ibarra
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en América del Sur instó al Gobierno ecuatoriano y a organizaciones sociales e indígenas a iniciar un “diálogo urgente” tras la muerte del comunero Efraín Fuerez, ocurrida el domingo 28 de septiembre en Cotacachi, epicentro de las protestas contra la eliminación del subsidio al diésel.
El representante regional de la ONU, Jan Jarab, enfatizó que el Estado debe investigar “de manera exhaustiva y transparente” la muerte de Fuerez, así como los reportes de personas heridas, incluidos 12 militares. Advirtió que “las fuerzas militares no son entrenadas para enfrentar situaciones de conflictividad social o seguridad pública” y que su despliegue en estas tareas representa un riesgo de violaciones de derechos humanos.
La Conaie calificó la muerte como “un crimen de Estado” y denunció la “brutalidad con la que los militares han atacado a población civil indefensa”, mientras el presidente Daniel Noboa aseguró que un convoy humanitario hacia Imbabura sufrió una “emboscada” por grupos que se oponen a las medidas del Gobierno.
Desde el 22 de septiembre, las protestas registran además 48 heridos y más de 100 detenidos, incluidos 12 enviados a prisión preventiva por terrorismo. La Conaie mantiene su postura de continuar las manifestaciones hasta que se derogue el decreto que eliminó el subsidio al diésel, mientras el Gobierno afirma que no retrocederá en la medida, argumentando que el subsidio favorecía actividades ilegales como minería y contrabando. (I)
