
QUITO, Pichincha
La Policía Nacional se alineó el pasado 5 de enero de 2025 con el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas al ratificar su lealtad al presidente Daniel Noboa, descartando cualquier apoyo a la vicepresidenta Verónica Abad, quien anunció su intención de asumir la Presidencia encargada.
En un comunicado publicado en redes sociales, la Policía declaró que cumplirá únicamente las disposiciones emitidas por el presidente en funciones, Daniel Noboa Azín, según los decretos y normativas legales vigentes.
Esta postura responde a las declaraciones de Abad, quien solicitó respaldo institucional para tomar el mando en caso de que Noboa pidiera licencia para su campaña presidencial, lo cual no ocurrió.
Contexto del conflicto
Noboa, quien busca la reelección en los comicios del 9 de febrero, designó el 4 de enero a Cynthia Gellibert como vicepresidenta temporal, luego de que Sariha Moya dejara el cargo por razones de salud. Abad, por su parte, enfrenta cuestionamientos por no asumir su rol como consejera temporal en Ankara antes del 27 de diciembre, lo que el Ejecutivo consideró una ausencia temporal.
Abad presentó una acción ante la Corte Constitucional, argumentando que las únicas causales para declarar la ausencia de un funcionario son las establecidas en la Constitución. Sin embargo, esta acción no alteró las decisiones del Ejecutivo ni las posturas de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
¿Qué revela este enfrentamiento sobre la estabilidad institucional?
El rechazo de la Policía y las Fuerzas Armadas al pedido de Verónica Abad subraya la fragilidad de las relaciones entre el Ejecutivo y su vicepresidenta. ¿Podrá el país garantizar estabilidad política en medio de un proceso electoral crucial? Este conflicto refleja la necesidad de fortalecer los mecanismos de gobernabilidad y comunicación entre las altas esferas del poder.(I)