ARENILLAS, El Oro
El presidente Daniel Noboa retomó el mando el pasado 12 de enero, tras derogar el Decreto Ejecutivo No. 500. Esta medida marcó el fin del encargo de la Presidencia que había delegado por tres días a Cynthia Gellibert.
La decisión de Noboa responde al trágico asesinato del alcalde de Arenillas, ocurrido el pasado sábado 11 de enero. El presidente se trasladó a Machala, en la provincia de El Oro, para liderar el Bloque de Seguridad y coordinar estrategias contra la delincuencia organizada.
Según un comunicado oficial de la Secretaría General de Comunicación, Noboa busca implementar acciones contundentes que refuercen la seguridad ciudadana a nivel nacional. Además, la presencia presidencial en la zona refleja su compromiso con enfrentar directamente la crisis que afecta a varias regiones del país.
El Decreto Ejecutivo subrayó la necesidad de un liderazgo presencial, dado «el incremento de los desafíos de seguridad interna y el avance de la delincuencia organizada». Noboa liderará reuniones con altos mandos de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y autoridades locales para definir estrategias de respuesta inmediata.
La provincia de El Oro ha experimentado un aumento en los índices de violencia, incluidos homicidios y extorsiones vinculados a grupos delictivos. Noboa ha enfatizado en reiteradas ocasiones que la seguridad es un eje prioritario de su gobierno, pero los eventos recientes han puesto a prueba la efectividad de sus políticas.
¿Podrá el presidente Noboa implementar cambios significativos que reduzcan la violencia? ¿Qué medidas adicionales debería adoptar el gobierno para garantizar una seguridad duradera en zonas críticas como El Oro? (I)Final del formulario
