QUITO, Pichincha
Quito vivió una nueva jornada de tensión el miércoles 15 de octubre de 2025, cuando cientos de manifestantes se enfrentaron con la Policía Nacional y militares durante el día 24 del paro convocado por la Conaie.
Desde las 16:00, grupos de estudiantes, trabajadores y representantes de organizaciones sociales se concentraron en los exteriores de la Caja del Seguro, en la avenida 10 de Agosto. Con pancartas, banderas y tambores, avanzaron hacia el norte de la ciudad, mientras los uniformados bloqueaban su paso para impedir el cierre de vías.
Pese al control militar, cerca de las 17:00, la marcha se reactivó y unas 300 personas se dirigieron hacia la Unidad de Flagrancias, en la avenida Patria. Al enterarse de que otro grupo se encontraba reunido en la Universidad Central del Ecuador, los manifestantes buscaron unirse a ellos, eludiendo los cercos policiales por calles alternas.
Ya en el entorno universitario, el ambiente se tornó más tenso. Los enfrentamientos se extendieron entre las avenidas América y Ulloa, donde los agentes lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y levantando barricadas improvisadas.
Unidad de Medicina Legal
El grupo intentaba llegar hasta la Unidad de Medicina Legal, en la avenida Mariana de Jesús, para rendir homenaje a José Guamán, comunero de San Pablo del Lago fallecido durante los disturbios en Otavalo. Su nombre se convirtió en grito de consigna: “¡Por José, nadie se cansa!”
El caos se prolongó hasta después de las 20:00, cuando la mayoría de los manifestantes se replegó hacia el interior de la Universidad Central. Un pequeño grupo, de alrededor de 100 personas, mantuvo bloqueada la vía con piedras, tanques y contenedores, mientras la Policía preparaba un operativo de limpieza.
Mientras tanto, en Imbabura, el ministro del Interior, John Reimberg, y líderes indígenas anunciaban una tregua temporal, que incluye la instalación de mesas técnicas y la reapertura progresiva de carreteras. Sin embargo, algunos dirigentes expresaron su desacuerdo con el acuerdo.
En contraste con la tregua en el norte, Quito terminó la jornada entre gases, gritos y barricadas, reflejo de un paro que, pese al cansancio y las negociaciones, aún no muestra señales claras de concluir. (I)
