ISLA SANTA CRUZ, Galápagos
En un hito sin precedentes para las islas Galápagos, envases lubricantes usados, clasificados como residuos peligrosos, han sido retirados de la Isla Santa Cruz para su correcta disposición en el continente.
Estos envases, generalmente de plástico, no solo representan una amenaza por el aceite residual que contienen, sino que su degradación puede liberar microplásticos, agentes tóxicos y otros compuestos dañinos al medio ambiente.
Gracias a esta acción, cerca de 16.000 habitantes tienen un futuro más seguro, al evitar que una mala disposición del mismo e incluso, un “simple” litro de aceite lubricante puede contaminar hasta un millón de litros de agua.
Este avance histórico es posible gracias a la Asociación Ecuatoriana de Lubricantes APEL y su sistema colectivo de gestión RECOIL.
Problema medioambiental
Con el firme compromiso de cumplir con el acuerdo ministerial 042 del 2019, establecido por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, RECOIL se erige como la solución a un problema medioambiental que durante mucho tiempo puso en peligro la delicada biodiversidad del archipiélago.
El proyecto, que ha contado con el respaldo y colaboración de organizaciones sociales, públicas y privadas, ha permitido el retiro exitoso de 1 tonelada de envases lubricantes del Complejo Ambiental Fabricio Valverde en Puerto Ayora.
Una alianza estratégica con el Gobierno Autónomo Descentralizado de Santa Cruz, junto con agrupaciones de artesanos, el operador portuario Transnavitex, el buque transportador Fussion, y el gestor autorizado ADS, ha hecho viable esta misión ambiental.
Eliminar envases lubricantes
“La acción tomada en Isla Santa Cruz no es solo un hito para Galápagos, sino un llamado de atención global. Al retirar estos envases lubricantes, estamos eliminando no solo una amenaza inmediata para la salud y la biodiversidad de la isla, sino también previniendo la liberación de microplásticos y toxinas que afectan ecosistemas en todo el mundo”, destacó Valerina Naveda, gerente de Operaciones de APEL-RECOIL.
Dijo esperan que este modelo sea adoptado y replicado en regiones de todo el globo. La salud de nuestro planeta y la de las generaciones futuras dependen de acciones concretas y decididas como esta.
La iniciativa de RECOIL va más allá del archipiélago. Se estima que entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico se vierten anualmente en nuestros océanos.
Al reciclar 1 tonelada de envases lubricantes, no solo se aborda el problema de la gestión de residuos, sino que se da un paso firme hacia la conservación de recursos, reduciendo la contaminación, salvaguardando el medio ambiente para las próximas generaciones y promoviendo una economía circular. (I)