
QUITO, Pichincha
La madrugada del domingo 20 de julio, las condiciones climáticas extremas, con temperaturas bajo cero en el páramo Antisana, obligaron a suspender temporalmente los trabajos de unión de la nueva tubería del sistema Mica-Quito-Sur. Así informó la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) de Quito.
Para proteger la salud del personal técnico y evitar daños en los equipos de termofusión, esenciales para una reparación segura, se pausaron esas labores, mientras que las obras civiles y otras actividades técnicas continuaron. Una vez mejoraron las condiciones, retomaron las tareas de termofusión.
El Municipio de Quito ajusta los plazos para finalizar el reemplazo de la tubería, mientras refuerza el apoyo logístico para atender a más de 88 000 familias afectadas por la falta de agua potable en sectores como Chillogallo, Quitumbe, Guamaní, Turubamba, La Ecuatoriana y La Argelia. Actualmente, se despliegan 109 tanqueros, 16 cisternas inflables, 5 hidrantes y 4 puntos fijos de distribución. Además, dos pozos conectados a la red abastecen a unas 10 000 personas, recurso que debe usarse con responsabilidad para garantizar el suministro equitativo.
La tubería nueva está fabricada con PDA, un material con una vida útil estimada en 100 años y que ofrece mayor flexibilidad ante movimientos del terreno. Hasta ahora, han llegado 24 de los 30 tubos de 12 metros que se unen mediante termofusión, asegurando la resistencia de la estructura.
Desde Epmaps, reiteran su compromiso para superar esta emergencia y garantizar el restablecimiento del servicio en el menor tiempo posible. “Cada hora cuenta”, enfatiza el comunicado oficial. Aunque el alcalde de Quito no se ha pronunciado, los trabajos avanzan en campo. (I)