
MADRID, España
El pasado 3 de noviembre de 2024, el rey de España, Felipe VI, y su esposa Letizia, visitaron la ciudad de Paiporta, una de las localidades más afectadas por el fenómeno meteorológico conocido como DANA. Esta tormenta dejó a su paso graves inundaciones y destruyó infraestructuras, causando un impacto devastador en la comunidad.
Durante su recorrido por las zonas anegadas de Valencia, el rey expresó su comprensión ante el enfado y la frustración que sienten los ciudadanos debido a lo mal que lo han pasado. Además, reconoció la dificultad que enfrentan para entender cómo funcionan los mecanismos de respuesta a emergencias.
Acompañado por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, Felipe VI se enfrentó a la indignación de la población, que atacó los vehículos de la comitiva real. Videos en redes sociales documentaron cómo algunos ciudadanos lanzaron barro y gritaron «fuera» a los representantes gubernamentales, expresando su rabia por la falta de atención y la lentitud en la respuesta a la crisis. En varias imágenes, se podía ver a la reina Letizia con barro en el rostro, un reflejo del caos que rodeaba la visita.
A pesar de la tensión, los reyes se tomaron un momento para hablar con algunos ciudadanos que se acercaron, buscando calmar sus preocupaciones. Posteriormente, el rey ofreció un discurso en el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana, ubicado en L’Eliana, donde agradeció a los trabajadores por su incansable labor durante la crisis.
Felipe VI declaraciones
Felipe VI destacó que la catástrofe ha sido monumental y ha impactado profundamente a muchas vidas y medios de subsistencia. Hizo hincapié en la necesidad de ofrecer esperanza a los afectados y de asegurarles que el Estado está presente para asistirles en esta emergencia. “A esas personas hay que darles esperanza, atenderles la emergencia y garantizarles que el Estado en toda su plenitud está presente”, afirmó el rey.
A cinco días de la tormenta, las autoridades han reportado al menos 217 fallecidos, mientras continúan las labores de búsqueda de personas desaparecidas, aunque las posibilidades de hallarlas con vida son escasas. Felipe VI enfatizó que la situación cada día va a ir mejorando y resaltó la importancia del trabajo arduo que realizan los efectivos de emergencia.
La demora en la respuesta de las autoridades plantea un interrogante importante: ¿por qué no se activaron de inmediato los protocolos de emergencia para atender a la población afectada? La percepción de inacción y descoordinación durante los momentos críticos ha generado un clima de desconfianza y frustración entre los ciudadanos, quienes exigen respuestas claras y una mejor gestión ante situaciones de crisis. (I)