GUAYAQUIL, Guayas
La icónica película Orgullo y Prejuicio (Pride & Prejudice), estrenada en 2005 y dirigida por Joe Wright, adaptó con maestría la célebre novela de Jane Austen publicada en 1813. La cinta protagonizada por Keira Knightley (Elizabeth Bennet) y Matthew Macfadyen (Mr. Darcy), cautivó tanto a críticos como a espectadores, al ofrecer una mezcla precisa de drama, humor, tensión romántica y análisis de las normas sociales de la Inglaterra georgiana.
El filme, producido por Working Title Films y distribuido por Focus Features, destacó por su dirección artística, la belleza de sus locaciones rurales británicas como la finca Chatsworth House y la partitura original del compositor italiano Dario Marianelli, quien fue nominado al Óscar por este trabajo. La interpretación de Knightley recibió especial reconocimiento, llevándola a obtener una nominación al Premio de la Academia como Mejor Actriz a sus 20 años.
A diferencia de otras versiones más fieles a la obra literaria, Wright apostó por una estética más naturalista y emocional. Mostró a los personajes en entornos más reales, con vestimenta sencilla, interiores sin lujos exagerados y una ambientación que resaltó la cotidianidad de la época. Esta elección reforzó el enfoque en las tensiones sociales, los prejuicios de clase y las restricciones impuestas a las mujeres en el siglo XIX.
Uno de los momentos más recordados es la escena bajo la lluvia, donde Darcy se declara por primera vez a Elizabeth. La intensidad del diálogo, sumada a la fotografía sombría, consolidó esa secuencia como uno de los puntos más memorables del cine romántico moderno.
Orgullo y Prejuicio recaudó más de USD 120 millones a nivel mundial y continúa siendo una de las adaptaciones más queridas de la literatura inglesa. Su impacto se mantiene vigente, inspirando nuevas generaciones de lectores y cinéfilos a explorar el universo de Jane Austen. (I)