QUITO, Pichincha
Mientras continúan los esfuerzos por contener el derrame de petróleo causado por el colapso del oleoducto SOTE, un nuevo incidente complica la situación ambiental y energética en Ecuador. El Ministerio de Ambiente informó sobre la rotura del poliducto Shushufindi-Quito en el kilómetro 137, ocurrido la mañana del 23 de marzo de 2025 en la provincia de Napo. Este ducto transporta gasolinas, diésel y gas licuado de petróleo (GLP), elementos esenciales para el abastecimiento del país.
Evaluación del impacto ambiental
Técnicos de la Subsecretaría de Calidad Ambiental y Patrimonio Natural inspeccionan la zona para evaluar los daños ambientales y sociales. La principal preocupación radica en el posible impacto sobre la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que abastece de energía a gran parte del país.
Para mitigar riesgos, personal de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) y Petroecuador instaló una barrera flotante en el río Coca, evitando que la mancha de combustible afecte la operación de la central hidroeléctrica. A pesar del incidente, las autoridades aseguraron que no habrá racionamientos eléctricos.
Gobierno advierte sobre posibles actos de sabotaje
El Ministerio de Energía y Minas rechazó cualquier «intento de afectar la infraestructura del Estado» y anunció acciones legales para proteger el sistema eléctrico nacional. Además, evalúa la posibilidad de suspender temporalmente las operaciones en Coca Codo Sinclair para prevenir daños mayores.
En días previos, la ministra de Ambiente, Inés Manzano, sugirió que la rotura del oleoducto SOTE podría haber sido resultado de un sabotaje. Marzo ha sido un mes crítico para la industria petrolera ecuatoriana, con derrames de crudo que han contaminado ríos, afectando el ecosistema y a las comunidades cercanas. La situación sigue en desarrollo, mientras las autoridades buscan determinar las causas del incidente y minimizar su impacto. (I)
