
GUAYAQUIL, Guayas
Con el objetivo de trazar una hoja de ruta hacia la transición a energías más limpias y escalables, representantes de la cadena de valor del camarón ecuatoriano participaron en la primera mesa de sostenibilidad energética denominada Energy Working Group.
Este espacio de diálogo y cooperación, impulsado por la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), Sustainable Shrimp Partnership (SSP) y la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (CORPEI), busca fortalecer la seguridad energética del sector y garantizar la sostenibilidad de su producción frente a los crecientes desafíos de demanda eléctrica.
La magnitud del reto es clara: la industria camaronera requiere entre 1000 y 1500 megavatios, equivalente a la capacidad de una planta eléctrica completa, mientras que solo el 10% de la actividad está electrificada.
Esta realidad evidencia la urgencia de garantizar acceso a energía confiable y competitiva, especialmente en zonas insulares sin acceso a tendido eléctrico.
Soluciones innovadoras
Ante este escenario, los productores reiteraron su compromiso de impulsar soluciones innovadoras que permitan cubrir la alta demanda, prevenir interrupciones en eventuales crisis y avanzar hacia una transición energética sostenible que mantenga la competitividad internacional del camarón ecuatoriano.
“El sector camaronero, principal generador de divisas y empleador privado del país, necesita energía estable y confiable para sostener su crecimiento y sostenibilidad”, señaló el presidente ejecutivo de la CNA, José Antonio Camposano.
Y explicó que la demanda supera la capacidad actual del sistema eléctrico nacional en generación y transmisión. “El Estado no dispone de recursos suficientes para cubrirla en solitario; por ello, se requiere inversión privada y coordinación ágil con autoridades para viabilizar estos proyectos. El grupo de trabajo en energía busca promover estos frentes de acción”.
Matriz energética
Mientras que Pamela Nath, directora de SSP, sostuvo que migrar hacia una matriz energética más limpia ya no es solo un compromiso ambiental, sino también una estrategia fundamental para fortalecer la competitividad y modernizar al sector camaronero.
Para avanzar, según Nath, con decisión en esta transición, es indispensable comprender las distintas realidades del sector, remover los cuellos de botella identificados y acompañar el proceso con marcos normativos claros y estabilidad regulatoria que generen confianza e incentivos para invertir. (I)
