QUITO, Pichincha
En mayo del 2022, cuando estalló la crisis en el país por la emergencia sanitaria del covid-19, el expresidente Lenín Moreno anunció un paquete de medidas en las que ordenaba la desaparición de ocho empresas públicas, una de ellas era la de Servicios Postales del Ecuador-Empresa Pública (SPE-EP).
La razón: esa compañía generaba muy pocos ingresos: apenas 121 mil dólares frente a los millones de dólares del Estado que recibía del Estado para mantenerse en funcionamiento. Algunos auparon el discurso de la privatización y dijeron que el Ecuador estaría perdiendo a una de sus empresas más rentables y con mejor futuro.
Un reportaje de la revista Vistazo señala que, tras la liquidación de Correos del Ecuador, que fue cerrada por su mala administración, Ecuador se vio obligado a dar vida a otra empresa para que cumpla, prácticamente, las mismas funciones, pero con otro nombre: Servicios Postales del Ecuador. La nueva busca resurgir en un mercado que mueve más de 270 millones de dólares en el país.
La medida fue adoptada porque el sector de servicios postales genera altos ingresos: «en esos años movía alrededor de 150 millones de dólares anuales, pero ahora es mucho más», señala la publicación.
No obstante, la liquidación de Correos quedó reducida al discurso político y nadie reparó en que la empresa no se podía eliminar, porque Ecuador pertenece a la Unión Postal Universal, un organismo de la ONU que reúne a más de 180 países y que obliga a tener un operador nacional que brinde un servicio postal gratuito.
Tras las medidas anunciadas por Moreno con relación a los Correos del Ecuador, los perjudicados fueron cientos de jóvenes ecuatorianos que estudiaban en el extranjero, así como los migrantes que recurrieron a servicios privados para movilizar sus encomiendas.
Ante eso, el Gobierno de Moreno se vio en la necesidad de reparar los daños. Tras haber ordenado la liquidación, seis meses después ordenaba al Ministerio de Telecomunicaciones encontrar una solución a la problemática y se dio vida a una nueva empresa que asuma el rol de la que desaparecieron. Recién en febrero de 2021 firmaba un decreto para crear SPE-EP.
Vistazo señala que se esperó hasta inicios de este año para que la nueva empresa empiece a operar y emprender la lenta tarea de ordenar y entregar más de un millón de paquetes y cartas que su antecesora no despachaba desde 2017. (I)
