QUITO, Pichincha
Quito enfrenta un complejo panorama con tres crisis que amenazan la estabilidad política, social y urbana. La ciudad lidia con el proceso de revocatoria del alcalde Pabel Muñoz, los riesgos naturales que la acechan y un alarmante aumento en los siniestros de tránsito. Estas situaciones requieren una respuesta urgente para evitar mayores consecuencias.
El proceso de revocatoria de Pabel Muñoz, iniciado el 23 de abril de 2025, busca recolectar 205.000 firmas válidas, lo que pone en juego la continuidad de su gestión. Muñoz defiende su labor y rechaza las acusaciones de proselitismo político, asegurando que ya se resolvió una sanción que originó el conflicto.
Por otro lado, Néstor Marroquín, líder del colectivo Cuida tu voto, sostiene que la revocatoria es una herramienta democrática para que los ciudadanos evalúen la gestión del alcalde. Analistas políticos como Pablo Romero consideran que el proceso refleja una falta de liderazgo en Quito.
Riesgos naturales
En el ámbito de riesgos naturales, Quito sigue siendo vulnerable a desastres como deslizamientos y deslaves, especialmente después del incendio forestal en Guápulo en 2024. La Secretaría de Seguridad de Quito ha implementado planes de preparación y simulacros, pero expertos como Christian Rivera aseguran que aún falta infraestructura y recursos adecuados para gestionar estos riesgos de manera efectiva.
La tercera crisis se refiere a la creciente tasa de siniestros de tránsito en la ciudad. En 2024, Quito registró un incremento del 4% en las muertes por accidentes de tránsito, con 261 víctimas fatales. Andrés Castillo, experto en movilidad, señala que los siniestros se deben principalmente a la impericia de los conductores, el exceso de velocidad y la falta de respeto a las señales de tránsito.
Aunque el municipio ha instalado radares y realizar controles, estos esfuerzos fueron suspendidos, lo que agrava la situación. Washington Martínez, director de la AMT, resaltó que el control debe ser una responsabilidad compartida entre las autoridades y la ciudadanía.
Estos tres problemas plantean serios desafíos para la administración municipal, que deberá tomar decisiones clave para garantizar la seguridad y estabilidad de Quito. (I)