
Nos mintieron otra vez. La temida variante delta ya cobró cuatro vidas y solo ahí las autoridades de salud reconocieron que ya estaba en el país. Fue lo mismo con la llegada del covid-19, que tantas vidas cobró y sigue cobrando. Y Pinocho, el muñeco que le crece la nariz cuando miente, es inocente frente a los voceros de salud de este gobierno y del anterior. Escondían las cifras y las consecuencias están a la vista. ¡Y el mundo… sigue su marcha! (O)