Por Victorino Jaramillo Robles
Los micro organismos en la agricultura como bacterias, hongos, actinomicetos, protozoos, nemátodos y otros, forman la microfauna del suelo desde donde promueven y benefician la nutrición y el crecimiento de las plantas, al interactuar de forma directa dentro de los componentes bióticos y abióticos del ecosistema suelo, por lo que los micro organismos junto a los macroorganismos, son esenciales para desarrollar una agricultura sostenible y sustentable con menos agroquímicos, contribuyendo de esta manera a reducir la contaminación ambiental, mitigar los efectos del cambio climático y producir alimentos más sanos y de calidad.
Los principales grupos utilizados para estimular el desarrollo y nutrición de las plantas son las micorrizas, rizobacterias y otras tan importantes como las trichodermas; además de hongos, bacterias, virus y una variedad de insectos benéficos.
Entre los hongos benéficos se destacan Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae, Lecanicillium lecanii, Paecilomyces lilacinus y otros, mientras que entre los bacilllus se destacan Bacillus subtilis, Paenibacillus popilliae, Bacillus thuringiensis, entre otros.
Vale destacar que la interacción entre suelo, planta y microorganismos repercute de forma directa en la salud, crecimiento y desarrollo de las plantas o cultivos.
Aportes de los microorganismos:
1.- Mejora de la fertilidad del suelo: Los microorganismos pueden ayudar a descomponer la materia orgánica, liberando nutrientes esenciales para las plantas. También contribuyen a la formación de humus, mejorando la estructura del suelo y su capacidad de retención de agua y nutrientes.
2.- Control de enfermedades y plagas: Algunos microorganismos de especies de bacterias y hongos, tienen la capacidad de combatir patógenos y plagas que afectan a los cultivos, por lo que actúan como agentes de biocontrol natural, reduciendo el uso de pesticidas químicos.
3.- Mejora de la disponibilidad de nutrientes: Otras especies de microorganismos tienen la capacidad de solubilizar nutrientes en el suelo, convirtiéndolos en formas más disponibles para las plantas. De esta manera, se aprovecha mejor la fertilización aplicada y se reduce la pérdida de nutrientes por lixiviación.
4.- Estimulación del crecimiento de las plantas: Especies de microorganismos producen hormonas de crecimiento vegetal, como las auxinas y las giberelinas, que pueden estimular el desarrollo de las plantas, promueven la germinación de semillas y mejoran la absorción de nutrientes.
5.- Mejora de la resistencia de las plantas: Los microorganismos pueden desencadenar respuestas de defensa en las plantas, haciéndolas más resistentes a enfermedades, plagas y estrés abiótico como la sequía o las altas temperaturas.
6.- Reducción del impacto ambiental: El uso de microorganismos benéficos en la agricultura, reduce el uso de productos químicos agrícolas y la contaminación en los ecosistemas agrícolas, además de contribuir a la conservación de la biodiversidad del suelo y de los ecosistemas agrícolas.
En resumen, el uso de microorganismos en los suelos agrícolas puede aumentar la productividad de los cultivos de manera sostenible, reducir el impacto ambiental de la agricultura y promover la salud del suelo y las plantas. (I)