RIOBAMBA, Chimborazo
En el Colegio Santa María de los Ángeles en el sur de Guayaquil, cerca de 17 estudiantes denunciaron haber sido víctimas de abuso durante un retiro en un convento en Riobamba el fin de semana anterior. Tras recibir las denuncias de los padres de familia, el Ministerio de Educación ha tomado medidas al respecto.
Según los informes policiales, el viernes por la noche, las estudiantes habrían participado en una actividad en la que, supuestamente, fueron tocadas de forma indebida por un predicador internacional que formaba parte del evento. La denuncia fue realizada por los padres de las menores.
Una madre de una de las víctimas viajó desde Guayaquil hasta Riobamba con un grupo de representantes y, al conocer más detalles de lo sucedido, relató que su hija, al verla, se soltó a llorar y le confesó que había sido vendada durante la actividad y que incluso les habían fotografiado de manera indebida.
Al día siguiente, se llevó a cabo una audiencia de calificación de flagrancia en la Fiscalía de Riobamba por el delito de abuso sexual, resultando en la orden de prisión preventiva para el implicado.
Ministerio de Educación
El Ministerio de Educación en respuesta a los hechos ha tomado varias acciones. Se ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía de Riobamba, se está brindando apoyo psicológico y legal a las víctimas y sus familias, y se han iniciado procesos para garantizar la protección de las víctimas. Además, se está revisando si el retiro cumplió con los lineamientos establecidos por el ministerio.
El caso ha provocado una reacción intensa entre la comunidad educativa y los padres, quienes exigen una respuesta clara y acciones contundentes para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes en futuros eventos.
La controversia ha llevado a un llamado a una revisión exhaustiva de las prácticas y protocolos de seguridad en actividades extracurriculares, especialmente en contextos religiosos y educativos.
El Ministerio de Educación ha subrayado su compromiso con la protección de los derechos de los estudiantes y ha prometido trabajar en estrecha colaboración con las autoridades judiciales para esclarecer los hechos y asegurar que se tomen las medidas adecuadas.
La comunidad escolar y los padres esperan que las acciones del ministerio no solo resuelvan este caso específico, sino que también contribuyan a la creación de un entorno educativo más seguro y transparente, en el que se priorice el bienestar y la protección de todos los estudiantes.
Para prevenir futuros incidentes, es crucial implementar protocolos estrictos para la organización de eventos, verificar antecedentes de facilitadores, y ofrecer formación continua en prevención de abusos al personal educativo.
Además, se deben establecer canales seguros para que los estudiantes puedan reportar incidentes sin miedo. La colaboración entre autoridades educativas y comunidades es esencial para asegurar un entorno escolar seguro y confiable. (I)