Por Ab. Pedro Rafael Merchán Miñán, Mgs.
La pregunta del gobierno de Daniel Noboa sobre el contrato por horas y su potencial precarización o flexibilización es un tema importante que requiere un análisis cuidadoso.
El contrato por horas es una forma de empleo en la que los trabajadores son contratados por un período de tiempo específico, en lugar de trabajar a tiempo completo o tiempo parcial.
Algunos argumentan que este tipo de contrato puede llevar a una mayor precarización laboral, mientras que otros argumentan que ofrece flexibilidad tanto para los empleadores como para los empleados.
Uno de los principales argumentos en contra del contrato por horas es que puede generar condiciones laborales precarias. Al no contar con una jornada laboral fija, los trabajadores pueden enfrentar fluctuaciones en sus ingresos y en la cantidad de horas trabajadas.
Esto puede dificultar su régimen económico y hacer que sea más difícil para los trabajadores acceder a beneficios laborales, como seguro de desempleo, licencias médicas o vacaciones remuneradas.
Además, los trabajadores bajo contrato por horas casi siempre no reciben los mismos beneficios y protecciones laborales que aquellos en contratos a tiempo completo, lo que puede aumentar su vulnerabilidad.
Por otro lado, quienes apoyan el contrato por horas argumentan que ofrece flexibilidad tanto para los empleadores como para los empleados. Los empleadores pueden adaptar sus fuerzas laborales según la demanda y solo pagar por las horas trabajadas, lo que puede ayudar a generar empleo en sectores donde la demanda es variable.
Para algunos empleados y trabajadores, el contrato por horas puede ser una opción atractiva, ya que permitiría trabajar en múltiples empleos o manejar otras responsabilidades, como estudiar o cuidar de su familia.
Dicho esto, es importante tener en cuenta que volver implementar el contrato por horas requiere regulaciones y protecciones laborales sólidas para garantizar que los trabajadores no sean explotados y para evitar una mayor precarización del empleo. Esto podría incluir establecer límites a la cantidad de horas trabajadas, asegurar salarios justos y proporcionar beneficios laborales adecuados, además, que solo debe ser para cubrir demandas eventuales y nunca paga sustituir a los trabajadores y empleados en funciones o demandas permanentes de la empresa.
En conclusión, la pregunta del gobierno de Daniel Noboa sobre el contrato por horas y su potencial precarización o flexibilidad es un tema complejo. Si bien el contrato por horas puede ofrecer cierta flexibilidad, también conlleva riesgos de precarización laboral que se vio en épocas anteriores antes de su eliminación vía asamblea constituyente.
La implementación de este tipo de contrato debe ir acompañada de regulaciones y protecciones adecuadas para garantizar condiciones laborales justas y equitativas para todos los trabajadores. (O)
