COLTA, Chimborazo
El presidente Guillermo Lasso Mendoza recibió la tarde de este martes el bastón de mando del pueblo Puruhá, en el cantón Colta de la provincia de Chimborazo. En un acto simbólico, los sacerdotes de la comunidad indígena le desearon sus mejores deseos y realizaron una oración para que gobierne por el bien del país.
La ceremonia ancestral se realizó una hora después de lo programado en el Malecón Escénico de la laguna Kulta Kucha (Laguna de Colta), ubicada en la parroquia Sicalpa, en la provincia de Chimborazo.
Desde la cosmovisión andina, este acto simboliza el trabajo con armonía que se basa en tres principios: autoridad, resistencia y autonomía. También representa el apoyo de la comunidad a quienes lo reciben.
El Mandatario estuvo presente junto a su esposa, María de Lourdes Alcívar, y sus ministros de Estado. La Primera Dama también fue condecorada con un atuendo completo indígena. El evento fue organizado por el alcalde de Colta, Simón Bolívar Gualán, quien pidió apoyo de la administración presidencial para sus proyectos.
Lasso se comprometió con Gualán y con la población de Colta para el desarrollo rural agrícola y la regeneración urbana del cantón. En su intervención recordó que apoyará al campo con líneas de crédito a 30 años plazo y 1% de tasa de interés.
Previo al inicio del evento, los organizadores difundieron un video en el que recordaron los momentos cuando el ahora presidente, recorrió Chimborazo y sus promesas para el desarrollo de la región.
El alcalde de Colta, Simón Bolívar Gualán, al hacer entrega del bastón de Mando de la Nación Puruhá y algunas insignias como el Poncho Rojo, el Axial, sombrero… recordó que significan sabiduría, conocimiento y, sobre todo, “muestran al hombre nuevo”.
Mientras que el pastor Rosendo Hualpi, miembro de las iglesias evangélicas de Chimborazo, agradeció a Dios por que “es el único que quita y pone autoridades”. Y agregó que “es tiempo de terminar con la demagogia, rescatar los valores y principios morales de la sociedad. Cuando hay un buen Gobierno el pueblo se alegra, cuando hay uno malo, el pueblo gime”.
Y en ese transcurso le entregaron una Biblia que “es traer la palabra de Dios que guía y da fortaleza en su diario vivir”. (I)
