
Mientras se hace el diagnóstico para conocer la realidad, como propuso la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, para poder atacar a la delincuencia, ésta le lleva la delantera. Droga, sicariato, asaltos, robos peliculescos, secuestros, chantajes, extorsiones y un largo etcétera, dejan indefensos a los servidores policiales que, por más que hacen, no les alcanza e, incluso, son agredidos por las presuntas mafias que operan en el país. ¡Y el mundo… sigue su marcha! (O)