PEKÍN, China
La estricta política de China en su lucha contra el covid-19 vuelve a golpear con fuerza a la economía del gigante asiático. Las 31 provincias continentales registraron al menos un caso local de coronavirus en los últimos diez días, uno de los datos de mayor exposición al virus en más de un año, y que han provocado que Pekín tome de nuevo duras medidas para contener la expansión de la enfermedad.
La ciudad más afectada por estas restricciones ha sido Shenzhen, obligada a aislarse y a cerrar más de 30 estaciones de tren y metro, así como Huaqiangbei, el mayor mercado electrónico del mundo; este lunes, el hub tecnológico chino notificó de forma oficial nueve casos sintomáticos y dos asintomáticos.
Asimismo, los distritos de Luohu y Longgang también han cerrado todos los locales de ocio y los parques públicos, además de prohibir las reuniones y concentraciones de gente.
Por su parte, Chengdu, la capital provincial de Sichuán, ha identificado este martes unos 205 casos positivos entre sus más de 20 millones de habitantes. Según ‘Reuters’, este lunes se registraron 1.717 nuevos contagios a nivel local en el gigante asiático, lo que supone un descenso frente a los más de 3.000 de hace menos de dos semanas.
“A pesar de la disminución de los casos de covid-19, la situación real de la enfermedad en China podría estar empeorando, ya que Ómicron se ha vuelto a extender a las grandes ciudades”, explica Ting Lu, economista jefe para China de Nomura. Este experto indica que “los mercados podrían verse de nuevo afectados en las próximas dos semanas, lo que probablemente desencadenaría otra ronda de recortes por parte de los economistas” si las ciudades intensifican sus medidas de contención.
Cabe recordar que, en las últimas semanas, distintas entidades han recortado sus previsiones de crecimiento para China. Goldman Sachs, por ejemplo, redujo su estimación desde el 3,3% hasta el 3%, mientras que Nomura redujo su previsión hasta el 2,8%.
El pesimismo respecto al objetivo de crecimiento para este año que Pekín fijó en el 5,5% es total y desde la firma japonesa señalan que el mercado es todavía “demasiado optimista”.
En las últimas semanas, los malos datos de la economía china se han ido sucediendo: la inversión extranjera cayó en julio un 28,6%, extendiendo un descenso similar al que se produjo en junio; la confianza de empresas estadounidenses en el gigante asiático también cayó a un mínimo histórico, mientras que las ventas minoristas retrocedieron al 2,7% en agosto desde el 3,1% en julio.
Entre tanto, China ha intensificado su paquete de ayudas para rescatar a su economía, mientras que la última decisión del Banco Popular de China fue recortar los tipos de interés, para sorpresa de los mercados. (I)
Con información de https://www.bolsamania.com/noticias/asia/
