
QUITO, Pichincha
Las fuertes lluvias complican el estado de las vías en el país, al punto que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) declaró la emergencia en ocho provincias: Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro, Esmeraldas, Santa Elena, Loja y Azuay.
El acuerdo ministerial detalla que, en estas zonas, las lluvias dificultan la conexión con el resto de provincias, generando grandes pérdidas económicas y fuertes impactos para las personas, las viviendas, los servicios básicos esenciales e infraestructura.
Dispone a las Subsecretarías Zonales y Direcciones Distritales de las provincias afectadas, que inicien los procesos de contratación de emergencia, cumpliendo lo dispuesto por la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública.
El mismo documento ordena acciones de mitigación para evitar la afectación definitiva a la movilidad en estas provincias de la Sierra y la Costa, por donde transita el 53 % de la población del país. Es decir, nueve millones y medio de personas.
Las afectaciones a escala nacional
La temporada invernal en Ecuador, entre el 1 de enero y el 5 de marzo de 2025, ha afectado a 23 provincias, 176 cantones y 514 parroquias, según el último reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). La institución registró 1 238 emergencias en el país, siendo Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Esmeraldas, Chimborazo y Cotopaxi las provincias más afectadas.
Ante las condiciones meteorológicas, que han impactado con mayor fuerza en el Litoral, la Secretaría de Riesgos determinó niveles de alerta en las diferentes provincias:
Alerta Roja
Permite precautelar mayores afectaciones tras el aumento en la intensidad de las precipitaciones y deslizamientos de tierra en las provincias: El Oro, Esmeraldas, Guayas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena.
Alerta Naranja
También para evitar mayores daños en las provincias: Azuay, Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi, Loja, Santo Domingo de los Tsáchilas.
Alerta Amarilla
En las 12 provincias restantes del Ecuador, a fin de precautelar mayores afectaciones causadas a raíz del aumento de las precipitaciones y deslizamientos de tierra. (I)