¿Por qué no renuncian?…



Esa es la pregunta que nos planteamos los ecuatorianos. Varios altos funcionarios de instituciones estratégicas están privados de su libertad acusados por presunciones de cometer delitos administrativos y penales. Sin embargo, en lugar de renunciar a sus cargos, se aferran a ellos, e, incluso, emiten órdenes desde la cárcel. ¡Y el mundo… sigue su marcha! (O)

Post Author: David Jaramillo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *