ROMA, Italia
Nació en Ciudad Barrios, San Miguel, el 15 de agosto de 1917, en una familia humilde.
A los 13 años asistió a una ordenación sacerdotal y le dijo al padre del nuevo cura que él también quería ser sacerdote.
Después del seminario, viajó a Roma y allí estudió Teología. Se convirtió en sacerdote el 4 de abril de 1942. Y después de casi 30 años de labor pastoral, en 1970 fue ordenado obispo.
Defendía y divulgaba los contenidos del Concilio Vaticano II y Medellín, y no seguía la Teología de la Liberación.
Defensor de los pobres
En 1974 fue designado obispo de Santiago de María. Y en aquel momento comenzaba a vivirse la represión contra los campesinos organizados.
En junio de 1975, la Guardia Nacional asesinó a 5 campesinos, y monseñor Romero acudió a consolar a los familiares de las víctimas y a celebrar la misa.
La relación entre el Estado salvadoreño y la Iglesia se tensa. Monseñor Romero envía una carta privada de queja al presidente Molina, que era amigo.
Monseñor Romero no hacía política, pero se mostró al lado de los pobres, sobre todo los que llegaban a la ciudad: él abrió las puertas del obispado para darles un techo.
Denuncias que le costaron la vida
En un clima violento, fue nombrado arzobispo de San Salvador en 1977. Su lema era «Sentir con la Iglesia». Y su objetivo era: “Construir una Iglesia fiel al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia”.
Pocos días después, asesinaron a su amigo el Padre Rutilio. Esto le impactó fuertemente.
En medio de fuertes calumnias, monseñor Romero se convierte en mediador de conflictos laborales y trabaja por la reconciliación y la justicia en su país.
El 23 de marzo, este santo había denunciado públicamente la violencia paramilitar, la injusticia social y las torturas de parte del régimen militar.
El 24 de marzo de 1980, mientras celebraba misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia, en San Salvador, escuadrones de la muerte ultraderechistas lo mataron a tiros.
Mártir
A su entierro, el 30 de marzo frente a la Catedral, asistieron cerca de 100.000 personas.
El 3 de febrero de 2015, el papa Francisco afirmó mediante decreto que el asesinato de monseñor Óscar Romero fue por odio a la fe. Así, la Congregación Pontificia para las Causas de los Santos del Vaticano, lo declaró mártir.
En la beatificación, el papa Francisco dijo de él que había sido «obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico del Reino de Dios».
En 2018 fue declarado santo.
Oración
Oh, Dios Padre Misericordioso,
que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz;
y la acción del Espíritu Santo
concediste a san Óscar Arnulfo Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar
al servicio de la Iglesia; y en ella preferentemente a los pobres y los necesitados.
Haz, Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo
y concédeme por la intercesión de san Óscar Arnulfo Romero, el favor que te pido … (pídase).
Así sea.
Padre Nuestro.
Ave María y Gloria. (I)
Con información de https://es.aleteia.org/2022/03/23/san-oscar-romero-el-obispo-de-los-pobres/