Hasta la vista Cynthia

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Por Johnny Alvarado Domínguez, Periodista

La salida del cabildo parecía triunfal, se retiró agarrada de la mano de su actual esposo en medio de aplausos de los empleados municipales y uno que otro transeúnte.

La alcaldesa se va en medio de una avalancha de críticas, pero ella se mantiene en que hizo más de lo que debía y que deja a una ciudad encaminada por las sendas del progreso y el bienestar. Y si lo dice, es porque lo cree. Aunque en las calles llena de baches y delincuentes, la desazón guayaca impera.

Sin embargo, ni las cifras, ni las obras que ella esgrime en cada entrevista, luego del 5 de febrero, dejan satisfechos a los guayaquileños. Solo demos un vistazo. Obras que se ofrecieron en campaña como los pasos a desniveles en la Rodríguez Bonín o en los Ceibos que jamás iniciaron, y las que se adjudicaron con premura nunca fueron relevantes como pintar 50 frases de escritores ecuatorianos en distintos muros de la ciudad en donde el Municipio por esta tarea canceló USD 389 350. Obra baladí, porque muchas de estas paredes ya fueron derruidas al tratarse de propiedades privadas. A eso súmele que jamás se les canceló los derechos a los autores de las frases.

Eso sin contar con 12 contrataciones que la Fiscalía indagó y que tienen relación con la prestación de servicios de limpieza y trapeo de la ciudad. Según los datos judicializados, el Municipio de Guayaquil pagó en el 2020 USD 19,8 millones para la limpieza de parques, avenidas, malecones, escalinatas, murales, fuentes y sitios turísticos. El valor es el doble de lo que se pagó en el 2018 durante la administración del Jaime Nebot. Pero ella insiste en que su administración es envidia de muchas otras.

En una de las últimas entrevistas a una radio local, Viteri aseguró que deja en marcha 72 obras en las que Aquiles Álvarez, el nuevo alcalde solo tiene que cortar la cinta; pero poco habla de los atrasos en cada una de ellas y del malestar que le genera a la ciudadanía. Evita hablar del deterioro de la Metrovía, de la troncal 4 que aún no funciona y que nadie quiere invertir en un sistema administrado por el municipio con recursos de los transportistas y que el mismo cabildo -ante las continuas pérdidas económica- ha tenido que invertir para que no colapse por completo. 

Pero en medio de tanto caos Viteri -quien ya no coincide con el Gobierno de Lasso- asegura que durante la administración anterior -la de Nebot- el cabildo tenía al día sus recursos en un Gobierno que duró 10 años y que era contrario a la línea política del PSC, es decir durante la administración de Rafael Correa.

Y argumentó que este gobierno, el de Lasso -a quien ella apoyó en la segunda vuelta- le adeuda al cabildo porteño más de 21 millones de dólares y que ya se comprometió a entregarlo al nuevo alcalde y no a ella, a pesar de que la deuda tiene más de 2 años. 

El mensaje parece claro, y nos recuerda cuando el Gobierno de León Febrero Cordero realizaba obras en Guayaquil directamente desde el ministerio de Obras Públicas y no le soltaba ni un centavo al municipio que en 1984 lo dirigía Abdalá Bucaram.

Pero la administración de Viteri que priorizó los murales, las macetas y la piscina con olas, muy por encima de las inundaciones y obras emergentes, tuvo un duro revés que municipalidad alguna estuvo preparada para soportar.

El covid-19, sin duda mitigó el accionar de la alcaldesa quien con poca pericia asumió responsabilidades que el gobierno del tristemente célebre Lenin Moreno no pudo suplir.

El reclamó más airado en Guayaquil es la falta de mantenimiento de la carpeta asfáltica. Viteri asegura que se debe al invierno agreste que enfrentamos y a la mala calidad de asfalto que le vende el Estado. Pero con esa misma calidad, a Nebot y León nunca se le cuestionó por el estado de las vías. El problema -aunque ella no lo acepta- es que desde el 5 de febrero sintió que el poder se le escapó y no tuvo respuesta para seguir con su trabajo.

El malestar ciudadano es generalizado, Viteri no logró superar a sus antecesores. En las calles los conductores tienen que hacer maniobras forzadas para no caer en baches.

De lo que si estoy seguro es cuando caen en uno de ellos se acuerdan de “La Colorada” en qué términos, no lo sé, pero sospecho que no son de los mejores. Hasta la vista Cynthia… que te vaya bonito, porque seguro estarán…  “Bajo la lupa”. (O)

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Post Author: David Jaramillo

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